En GTA Ambiental creemos que el trabajo en equipo es indispensable para lograr modelos de economía circular pues, a final de cuentas, de eso trata: de ayudarnos unos a otros y pensando en las futuras generaciones. Es por eso que en nuestra búsqueda de seguir aprendiendo, contactamos a Jorge, quien aceptó compartirnos de su conocimiento.
En este artículo, Jorge nos cuenta su perspectiva sobre los retos de la economía circular, quien, además de ser socio fundador de Estrategia Circular MX, fue reconocido por SDSN México | Red de Desarrollo Sostenible como ExpertODS (distinción que reconoce a todos los especialistas en sostenibilidad por su labor en alcanzar los ODS), es Climate Reality Leader y voluntario en la Red Internacional de Promotores ODS,por lo que es sin duda alguien, que tiene mucho por compartir.
Los retos de las empresas hacia la economía circular
A lo largo del tiempo, en GTA Ambiental hemos notado que cuando se piensa en energías alternas, se piensa principalmente en la solar y eólica, dejando de lado el enorme abanico de oportunidades que representan los residuos como fuente de energía.
Le preguntamos a Jorge y nos explicó 4 puntos clave que él ha observado a lo largo de su trayectoria en el tema:
A) Poca o nula participación de profesionales dedicados y capaces de velar por la sostenibilidad en las empresas.
“Actualmente son pocas (afortunadamente cada día más) las empresas (de todos los tamaños) que tienen asignada la posición de Director/Gerente de Sostenibilidad a cargo de profesionales como Ingenieros Ambientales, Ingenieros Químicos o Ingenieros en Desarrollo Sostenible, entre otras profesiones relacionadas, a través de la cual se preocupan por implementar estrategias de circularidad que contribuyan a llevar a cabo una correcta gestión y tratamiento de residuos, así como reducirlos y reitentegrarlos nuevamente al ciclo económico”.
B) Desconocimiento de los residuos como fuente de energía.
“Los residuos orgánicos de muchas empresas se pueden transformar para obtener bioenergía y bioproductos como bioquímicos, biopolímeros y biomateriales, por lo que el desconocimiento de esas empresas contribuye a que ese residuo vaya al vertedero o relleno sanitario (en el mejor de los casos), en lugar de que sea aprovechado como insumo” comentó Jorge.
Cabe mencionar que los residuos orgánicos, representan hasta el 50% aproximadamente de los desechos generados, por lo que aprovecharlos es un esfuerzo que trae importantes resultados. Y por otro lado, los inorgánicos se pueden separar para obtener productos reciclables como lo son el papel, cartón, vidrio, aluminio, entre otros. E incluso los materiales rechazados se pueden aprovechar en el co-procesamiento para servir como combustibles alternos (CDR).
C) Actuar por obligación, más que por responsabilidad.
“Si bien, las empresas que generan residuos deben cumplir con las disposiciones que prevé el marco normativo aplicable, como la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, entre otras, deben incrementar la acción e implementar en su modelo de negocio estrategias de circularidad con una visión sistémica, por ejemplo, la simbiosis industrial, donde a través de colaboraciones innovadoras los residuos de una son materia prima de otra. Así, sus actividades no quedan “limitadas” únicamente a lo que dispone la normatividad aplicable, sino que con ellas contribuyen a mitigar los efectos de la emergencia climática, además de contribuir al desarrollo sostenible, a través de la economía circular”.
D)Falta de presupuesto
“La falta de presupuesto de esas empresas también es una gran limitante ya que, con motivo de la pandemia ocasionada por el virus COVID-19, apenas tienen ingresos para cubrir los costos habituales de su operación, entonces, en la mayoría de los casos, les resulta prácticamente imposible contratar a profesionales con experiencia que los ayuden a desarrollar e implementar estrategias de circularidad”.
Aunado a lo que bien explica Jorge, también falta conocimiento acerca de las fuentes de financiamiento para proyectos enfocados en el aprovechamiento y valorización de residuos para la generación de combustible y energía.
E) Falta de incentivos
“Es necesario incentivar el desarrollo de proyectos donde se implementen estrategias de circularidad que contribuyan a reducir la generación de residuos o los reintegren al ciclo económico”.
Oportunidades para la economía circular en la industria mexicana
Si bien es cierto que en México aún hay un largo camino por recorrer para transitar del modelo económico lineal hacia una economía circular, también hay oportunidades que pueden aprovecharse. Jorge reconoce las siguientes:
A) “Actualmente en nuestro país, a nivel estatal, ya podemos identificar legislación vigente en la materia (economía circular), que puede servir de ejemplo para otros Congresos Locales para proponer iniciativas de leyes donde se promuevan, fomenten e incentiven las estrategias de circularidad y modelos de negocio circulares; a nivel federal tenemos la iniciativa de Ley General de Economía Circular aprobada por el Senado de la República a finales de 2021 y que actualmente se encuentra en revisión por la Cámara de Diputados, una vez que se apruebe las legislaturas estatales estarán obligadas a emitir sus respectivas leyes en la materia, no obstante lo anterior, la mayoría de los ejemplos se enfocan más hacia la valorización y el reciclaje de los residuos”.
B) En el sector privado, “cada vez más hay Cámaras de Industriales que se están aliando en Clústeres para, en conjunto, implementar estrategias de circularidad”, tal es el caso de los que se identifican en el estado de Querétaro, explicó Jorge.
La sociedad como promotora de la economía circular
Por último, cerramos cuestionando lo que podemos hacer como sociedad. Si bien ya hay una mayor conciencia ambiental que cada vez crece más por parte del consumidor, ¿qué tiene que pasar como sociedad para que esas inquietudes se traduzcan a nuevas normas/leyes?
“Nuestra sociedad debe transitar hacia una producción y consumo sostenibles, donde como consumidores busquemos empresas y productos que no únicamente se autodenominen “verdes” (greenwashing), sino que efectivamente incluyan en sus productos, etiquetas, páginas web, etc. información técnica de utilidad, avalada por terceros, para que identifiquemos que esa empresa y su producto tienen impactos positivos en el marco de las tres dimensiones del desarrollo sostenible, ese no ser así, tenemos que eliminar de nuestra opción de compra a ese producto/servicio, con ello, entre otras acciones, podremos influir para que más y más empresas dejen de considerar a la economía lineal como un modelo ‘como de costumbre’ e implementen la economía circular en su modelo de negocio”.
En conclusión, transitar hacia una economía circular, no es cuestión de un solo factor, sino de un cambio sistemático el cual empieza cuestionando los modelos actuales de producción y consumo, además de aprender cómo actuar de manera sostenible. Agradecemos a Jorge su generosa participación en este artículo y valoramos el conocimiento que nos compartió.
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