Imagina un mundo en el que todas las fuentes de electricidad sean limpias y donde los combustibles utilizados tengan un bajo impacto ambiental, ¿cómo cambiaría nuestra vida? Tal vez podamos pensar que nuestro día a día no sería distinto, pero en realidad la calidad de vida de todo el mundo aumentaría, pues no estaríamos sufriendo los efectos del cambio climático.
Dada la urgencia en la que nos encontramos para reducir nuestra contribución al cambio climático, las empresas están tomando medidas para reducir su impacto ambiental y siguiendo modelos de negocio más sostenibles. Uno de los procesos que más se han ido adaptando es la descarbonización, ¿habías escuchado el término?
¿Qué es la descarbonización y cuáles son sus objetivos?
La descarbonización es definida por el IPCC como un proceso en el que alguna entidad logra tener una economía baja en emisiones de carbono, mediante la reducción del consumo de combustibles fósiles como petróleo, gas natural o carbón, y adaptación a procesos más sustentables.
Los combustibles fósiles nos han ayudado a progresar industrialmente a lo largo de los años, pero realmente son un arma de doble filo. Cuando estos son quemados para aprovechar su energía, liberan una gran cantidad de moléculas de Dióxido de Carbono las cuales se quedarán en la atmósfera por miles de años, haciendo que nuestro planeta se caliente cada vez más.
El objetivo de la descarbonización es llegar a tener cero emisiones netas de carbono dentro de una empresa, país o del mundo, para asegurar que las presentes y futuras generaciones no vivan en condiciones climáticas altamente variables y extremas. Para lograrlo, se están utilizando distintas estrategias y tecnologías que ayudan a reducir el impacto ambiental de los procesos.
El objetivo de la descarbonización es llegar a tener cero emisiones netas de carbono dentro de una empresa, país o del mundo, para asegurar que las presentes y futuras generaciones no vivan en condiciones climáticas altamente variables y extremas.
Antecedentes de la descarbonización
Para disminuir las emisiones en escala global, los países de todo el mundo han hecho acuerdos y compromisos para alinear sus acciones. Uno de los acuerdos más importantes relacionados a este tema es el Acuerdo de París, el cual tiene como principal objetivo limitar el aumento de la temperatura a 2°C. Para cumplir con este acuerdo, los 196 países participantes, entre ellos México, están trabajando para descarbonizar su economía.
Dentro de sus esfuerzos para disminuir su huella de carbono, México está llevando a cabo una Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC) para “transitar hacia una economía competitiva, sustentable y de bajas emisiones de carbono”. Esta estrategia busca actuar en tres temas: política, adaptación, y desarrollo bajo en emisiones y mitigación.
Actualmente, en México se cuenta con una capacidad instalada para la generación de energía renovable de 31%, donde los tipos de energía renovable que predominan son la hidroeléctrica, la eólica y solar. Como parte de los objetivos para descarbonizar la energía, la Ley de Aprovechamiento de las Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética establece que para el 2024 el 35% de la electricidad debe venir de fuentes limpias
Por lo mismo, los modelos de producción sostenibles y el cuidado del medio ambiente se encuentran en un auge. Cada vez más empresas están adoptando estrategias para disminuir su huella ambiental, y son las empresas que tienen más probabilidad de sobrevivir en un futuro.
La descarbonización y sus retos
La descarbonización viene acompañada de varios retos, ya que esto significa salir del status quo. Uno de los retos principales es que algunos procesos siempre tendrán una cantidad de emisiones, por lo que para llegar a una economía totalmente descarbonizada es necesario que exista alguna compensación, ya sea de manera natural o con alguna tecnología como la captura y almacenamiento de carbono, el cual es un proceso aplicable dentro de las industrias en el que se evita que el dióxido de carbono llega a la atmósfera.
Otro reto al que nos enfrentamos es el uso de energía. No solo es importante que la fuente de energía sea limpia, también que se cuente con una eficiencia energética alta. Esto puede ser alcanzado con distintas estrategias como el mantenimiento de los equipos, sistemas de control, recuperación de calores residuales, mejoras en equipos, utilización de combustibles alternos, cogeneración, coprocesamiento, entre tantas soluciones que podemos encontrar.
La generación de electricidad es responsable de más de un tercio de las emisiones globales, por lo que al descarbonizar la energía, podemos tener grandes avances en la carrera a cero emisiones. Sin embargo, dentro de varios países esta transición energética se ha visto desacelerada por problemas en la política interna, falta de recursos o luchas de poder. Uno de los retos es que las personas tomadoras de decisiones puedan alinear sus estrategias para lograr la descarbonización.
Importancia de los residuos en la descarbonización
Cuando pensamos en descarbonizar un proceso debemos analizar cada parte del mismo, ¿qué se puede cambiar? ¿Cuáles son mis alternativas? ¿Qué puedo hacer con lo que ya tengo? Afortunadamente, es posible encontrar varias soluciones dentro de los residuos. Una de ellas es la termovalorización, ya que aprovechamos la energía de los residuos a través de su descomposición de manera controlada.
Así mismo, el Combustible Derivado de Residuos (CDR) es una excelente forma de obtener calor sin tener que recurrir al uso de los combustibles fósiles y por lo mismo, reducir el impacto ambiental de las empresas.
Por otro lado, de los residuos orgánicos es posible obtener biogás, el cual es otra fuente de energía renovable y una alternativa más amigable para el medio ambiente.
Una gestión adecuada de los residuos es un elemento clave para la descarbonización de la economía. Dentro de los residuos tenemos una gran cantidad de energía que puede ser aprovechada con ayuda de la tecnología necesaria. Así mismo, el reciclaje de residuos resulta importante para reducir la extracción de recursos naturales y por lo mismo, contribuir al cuidado del medio ambiente.
La descarbonización ya no es una opción, ya no es algo que se busca para “ser buenas personas” o cumplir con una norma , es una forma de asegurar nuestro futuro. Las empresas están dirigiendo sus acciones para lograr este objetivo y una de las mejores formas de lograrlo es a partir de la cooperación y el aprovechamiento de la tecnología.
Los residuos tienen un papel importante en este juego. Es fundamental que se les ponga atención ya que varias de las alternativas que existen para descarbonizar una empresa se enfocan en ellos. Todos vivimos en el mismo planeta y es por eso que la responsabilidad de mejorar es de todos.
Referencias
- Diario Oficial de la Federación. (2013). ACUERDO por el que se expide la Estrategia Nacional de Cambio Climático. Recuperado de Secretaría de Gobernación, en: http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5301093&fecha=03/06/2013#:~:text=La%20Estrategia%20Nacional%20de%20Cambio%20Clim%C3%A1tico%20(ENCC)%20es%20el%20instrumento,bajas%20emisiones%20de%20carbono12
- IPCC, 2014: Anexo II: Glosario [Mach, K.J., S. Planton y C. von Stechow (eds.)]. En: Cambio climático 2014: Informe de síntesis. Contribución de los Grupos de trabajo I, II y III al Quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático [Equipo principal de redacción, R.K. Pachauri y L.A. Meyer (eds.)]. IPCC, Ginebra, Suiza, págs. 127-141. https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/2019/03/AR5_SYR_Glossary_es.pdf
- Ley Para El Aprovechamiento De Energías Renovables Y El Financiamiento De La Transición Energética. DOF 07-06-2013. https://www.cre.gob.mx/documento/3870.pdf