¿Has escuchado la expresión “es como buscar una aguja en un pajar”? Bueno, imagina buscar una aguja en medio de toneladas de residuos. ¿Parece imposible? Pues eso es justo lo que enfrentan los recicladores y las plantas de separación de residuos al tratar de separar metales.
Pero, ¿por qué tanta urgencia en encontrar la dichosa aguja o, en este caso, los metales? Porque los residuos sólo son valiosos cuando son separados. Por ejemplo, si tienes 10 toneladas de madera usada, no podrás reciclarla si aún tiene clavos. O bien, no puedes reciclar papel si tiene grapas o clips incrustados, pues imposibilitan el proceso y dañan la maquinaria para reciclar.
Afortunadamente, existe maquinaria para separar metales que mediante principios físicos, hacen del proceso algo sencillo y por supuesto, rentable. Hoy veremos cómo funciona esta tecnología para separar tanto metales férricos como no férricos gracias a la separación magnética, electromagnética y por corrientes de Foucault.
Separación de metales férricos
Los metales férricos son aquellos que contienen hierro. Para separarlos, las alternativas más comunes son: la separación magnética y la electromagnética.
En resumen, como su nombre lo dice, ambas se basan en la fuerza de atracción magnética, la misma que hace que los imanes decorativos se peguen al refrigerador. La diferencia es que una usa electricidad y por ende, tiene mayor potencia.
Por ello, dependerá de cada proyecto cuál es la más adecuada para cada uno, ya sea un overband magnético permanente, un rodillo magnético, o un tambor electromagnético.
¿Cómo funciona la separación magnética de metales?
Se basa en un campo magnético generado mediante un conjunto de imanes de elevada potencia. De esta manera un material férrico que cruce el campo magnético será atraído hacia el bloque magnético y por ello separado del resto de materiales.
¿Cómo funciona la separación electromagnética de metales?
A diferencia de la alternativa anterior, ésta usa energía eléctrica de excitación en una bobina enrollada sobre un polo magnético, para generar un campo electromagnético.
Así cuando un material férrico cruce el campo magnético, será atraído hacia la bobina y por ello separado del resto de materiales.
Separación de metales no férricos
Para saber cómo separar los metales no férricos, es necesario entender cómo funcionan las corrientes de Foucault.
¿Cómo funciona un separador de corrientes de Foucault?
Las corrientes de Focault sirven para separar metales no férricos. Básicamente, se produce una reacción inversa a la que genera un imán hacia un metal férrico (como la de un imán decorativo hacia el refrigerador). Es decir, en vez de que se atraigan, lo repele de tal manera que sale disparado, separándose del resto del flujo.
Por ejemplo, es bastante usado para recuperar el aluminio (el cual es un metal no férrico) de latas, bricks, cafeteras, partes de automóviles, etc.
Principio físico de la separación de metales por corrientes de Foucault
El principio físico de las corrientes de Foucault está basado en un campo magnético alternativo, es decir, en un campo magnético donde el polo Norte y el Sur cambian alternativamente.
Imagina un simple imán. Las líneas de fuerza que generan el campo magnético se cierran desde un polo magnético al otro (Norte-Sur). Por eso, si colocas un metal férrico dentro de las líneas de fuerza, provocarán que el imán lo atraiga. Pero por el contrario, si colocas un metal no férrico dentro de las líneas de fuerza, no producirán ningún efecto sobre él.
Sin embargo, si el metal no férrico está sometido a un campo magnético alternativo, se crearán unas corrientes internas denominadas Corrientes de Foucault. Dichas Corrientes de Foucault generan un campo magnético opuesto al que genera el imán. Esta fuerte oposición de campos magnéticos provoca una repulsión entre ellos y, por ende, el metal no férrico será despedido de su trayectoria natural separándose del resto de materiales.
En el siguiente diagrama puedes ver cómo sale disparado el metal no férrico, generando 3 flujos distintos.
- Metales NO férricos (rojo): Sufren un efecto de repulsión y saltan a una cierta distancia por delante del Tambor de Foucault.
- Metales férricos (azul): Son atraídos y quedan atrapados por el Tambor de Foucault y se separan del mismo por su parte inferior y detrás del propio eje del tambor.
- No metales (amarillo): No sufren influencia y siguen la trayectoria de caída parabólica natural.
Conclusión
Los metales son materiales presentes en nuestra vida cotidiana, por lo que se producen toneladas de ellos de las cuales tan solo el 30% está siendo reciclado.
Es decir, hay un 70% que no se está aprovechando para generar un negocio que más allá de rentabilidad, genere también un impacto positivo al medio ambiente.
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