El plástico es un material que ha sido clave para la innovación y el desarrollo de la sociedad moderna. Sus múltiples beneficios hacen que se convierta en un material bastante atractivo: es barato, necesita bajos niveles de agua y energía durante su producción, es reciclable y duradero.
El problema yace en la gestión que le hemos dado al mismo: lo utilizamos por periodos muy cortos de tiempo e inmediatamente lo desechamos. Esta mala gestión ha provocado que enormes cantidades de plásticos terminen acumulándose en los ecosistemas naturales y permanecerán ahí hasta por miles de años.
Hoy en día podemos encontrar plástico en todos lados: en los empaques de alimentos, botellas, en la ropa, material médico, cubrebocas; pero también en los mares, playas, ríos, calles e incluso… ¡Dentro de nosotros!. Se encuentran en todos lados, sin embargo no siempre los podemos ver, pues pueden encontrarse en forma de microplásticos y es por eso que se han encontrado también en animales marinos, como el pescado que consumimos.
¿Qué son y cómo surgen?
Los microplásticos son pequeñas partículas y fibras de plástico menores a 5 milímetros, las cuales no son biodegradables ni solubles en agua. Pueden llegar a ser tan pequeños que se vuelve difícil detectarlos a simple vista. En la actualidad podemos detectar microplásticos en todos lados, pues se encuentran distribuidos en el aire, suelo, en la fauna y principalmente en los medios acuáticos.
La generación de microplásticos puede darse de distintas maneras. La forma más común y conocida es la degradación de los desechos, sin embargo, no es la única. Cada vez que lavamos ropa hecha de materiales sintéticos, se desprenden microplásticos. Cada vez que utilizamos una llanta, se desprenden microplásticos. Cada día, dentro de nuestras actividades se originan nuevos microplásticos, lo que llevará a un gran aumento de los mismos en un futuro cercano.
¿Cómo afectan los microplásticos?
Aún existe mucha incertidumbre sobre el efecto de los microplásticos en los seres vivos y los ecosistemas. Se han realizado distintos estudios pero aún no se han logrado obtener conclusiones precisas debido a la dificultad que existe en realizar experimentos que reproduzcan el medio natural.
Efectos de los microplásticos en las personas
Hoy por hoy podemos encontrar microplásticos dentro de los humanos, pues estos se encuentran dispersos en todas partes, incluyendo en nuestra comida. Según un análisis realizado por la Universidad de Newcastle, una persona consume aproximadamente 2 mil microplásticos a la semana. ¡Eso equivale a un cuarto de kilo de plásticos al año!
Se dice que la mayor fuente de ingestión de microplásticos es el agua, tanto embotellada como de grifo. La concentración de los mismos depende de la región que estemos analizando, generalmente en países como India o Estados Unidos se encuentran concentraciones más altas que en Europa o Indonesia.
Aún no se tiene certeza sobre los efectos de los microplásticos en los humanos. Es conocido que las consecuencias que se presentan van a depender del tamaño de los mismos. Se estima que las partículas más pequeñas, son las que pueden realizar un mayor daño por su capacidad de atravesar barreras de los pulmones o de los intestinos. A pesar de que haya mucha incertidumbre, no se debe subestimar el problema.
Efectos de los microplásticos en los ecosistemas
Los ecosistemas se encuentran amenazados debido a la contaminación por microplásticos. Podemos encontrar una gran cantidad de microplásticos en el agua, en los suelos y en el aire.
¿Qué consecuencias puede generar esto? Los microplásticos son capaces de alterar los procesos ecológicos, reduciendo la fecundidad de los organismos, causando daño celular, neurotoxicidad o inflamación.
De la misma manera, los suelos agrícolas pueden volverse más vulnerables debido a la contaminación por microplásticos, afectando las propiedades del suelo y por consecuencia, el crecimiento de las plantas. Esto hace que se vuelva una problema más grande, pues los microplásticos no solo se encuentran dentro de nuestros alimentos, sino que también pueden afectar la producción de los mismos.
El mar se encuentra repleto de microplásticos y los animales los consumen continuamente. Shaobin Wang explica que esto representa una amenaza: “Los microplásticos absorben los contaminantes orgánicos y metálicos a medida que viajan a través del agua y liberan estas sustancias peligrosas en los organismos acuáticos que los comen, lo que hace que se acumulen hasta la cadena alimentaria”.
¿Cómo atacar el problema de los microplásticos?
Como se mencionó anteriormente el problema no son los plásticos, sino la gestión de los mismos. Una de las soluciones para evitar que terminen contaminando es el reciclaje, pues esto evitaría que los plásticos lleguen a algún relleno sanitario y se degraden con el tiempo. Así mismo, el reciclaje ayudaría a reducir la generación de plásticos y por consecuencia, el aumento de formación de microplásticos disminuiría.
Si se busca evitar la formación de microplásticos resulta imprescindible separar los plásticos del resto de los residuos para que puedan ser reciclados. Para esto, podemos apoyarnos de tecnología especializada en separación óptica con Inteligencia Artificial como la de PICVISA.
Las soluciones se encuentran en mejorar la gestión de nuestros residuos, pero también en reducir los plásticos de un solo uso, en evitar el uso de ropa hecha de materiales sintéticos, en mejorar nuestros sistemas de filtración y purificación de agua, y en legislar para reducir la contaminación por microplásticos.
Los microplásticos son un problema difícil de apreciar a simple vista. Se encuentran dispersos en todo el mundo y su cantidad está aumentando rápidamente. Es imprescindible que comencemos a actuar al respecto, pues todos los microplásticos originados en el presente se irán acumulando y tendrán mayores consecuencias en un futuro.
A pesar de que los efectos de los microplásticos siguen siendo desconocidos, no es un problema que deba pasar desapercibido. Los plásticos son parte importante de nuestra vida, pero debemos de ser conscientes y responsables con lo que su uso implica. Todo lo que hagamos hoy, tendrá un efecto en el futuro, ¿haremos algo al respecto?
Referencias
- FAO. (2019). Los microplásticos en los sectores de pesca y acuicultura. Recuperado de Organziacion de las Naciones Unidas para la Alimentacion y la Agricultura, en: https://fronteirasxxi.pt/wp-content/uploads/2019/08/LOS-MICROPL%C3%81STICOS-EN-LOS-SECTORES-DE-PESCA-Y-ACUICULTURA.pdf
- Ecologistas en acción. (2018). Neumáticos y microplásticos: momento de reinventar la rueda. Recuperado de https://www.ecologistasenaccion.org/130348/neumaticos-microplasticos/
- Acevedo, E. (2019). Microplásticos, el veneno del mar. Recuperado de El País, en: https://elpais.com/ciencia/2020-11-23/microplasticos-el-veneno-del-mar.html
- Samper, E. (2021). Los potenciales riesgos de los microplásticos para la salud humana son prácticamente desconocidos. Recuperado de Investigación y ciencia, en: https://bit.ly/3MopbYr
- European Commission, Directorate-General for Research and Innovation, Environmental and health risks of microplastic pollution, Publications Office, 2019, https://data.europa.eu/doi/10.2777/65378
