Introducción
Inmersos en la necesidad de mejorar las condiciones de vida de la población mundial y por lo tanto el planeta, estamos ahora todos pensando en temas como la sustitución de energías fósiles por energías renovables, la economía circular y el reciclado de materiales. Sin embargo, para realmente obtener resultados, es necesario analizar los ciclos completos de producción y vida de los productos para no caer en falsas apreciaciones que enaltecen a ciertas mercancías como la esperanza contra la crisis ambiental cuando en realidad no lo son.
Por ejemplo, podemos pensar que los vehículos eléctricos reducirán las emisiones de carbono al sustituir el uso de gasolina, pero si vamos un paso adelante en el análisis, deberíamos preguntarnos ¿cómo se produce la electricidad que utilizan estos vehículos?, ¿realmente se están usando energías renovables?, ¿reducirá o empeorará las emisiones de Co2? La pregunta detonante entonces es: ¿en dónde debemos comenzar y qué debe incluir nuestro análisis?
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Al hacer esto realmente el problema (ya de por sí complejo) se convierte en algo aún más retador pues pareciera entonces que estamos en la búsqueda de la fuente perfecta de energía y de materias primas. Pero dado que esto no existe y es como siempre una tendencia hacia la perfección la que nos lleva a la mejora, irremediablemente llegamos a la conclusión que la selección correcta deberá venir de análisis comparativos de los ciclos posibles, buscando aquel que menores efectos negativos produzca sobre el planeta y nuestra vida.
¿Qué se debe tomar en cuenta en el análisis?
- Variables para dicha evaluación hay muchas: emisiones a la atmósfera, consumo energético, tipo de fuente de energía utilizada, recursos con los que se cuentan en cada caso en particular, inversión, costo de operación, por mencionar algunos ejemplos.
- En cuanto a intereses, también hay muchos como industrias mundiales de gran envergadura, recursos naturales de la región, nivel de desarrollo de la tecnología, políticas gubernamentales, entre otros.
- Por otro lado, los riesgos existen y deben tomarse en cuenta. Hay por ejemplo, tecnologías que a pesar de ser muy eficaces han generado también grandes catástrofes como el caso de la energía nuclear o el fracking.
Es por ello que nuevamente insisto en que se requiere un análisis del ciclo completo de la tecnología si se quiere llegar al mejor compromiso posible y esto debe basarse en un análisis de tipo comparativo para ser realmente exitoso.
Se requiere un análisis del ciclo completo de la tecnología si se quiere llegar al mejor compromiso posible y esto debe basarse en un análisis de tipo comparativo para ser realmente exitoso.
Delimitando las fronteras del análisis
El impacto en la selección de las fronteras de análisis es muy importante pues si se acotan de más, problemas con solución nos llevan a decisiones erróneas simplemente por no querer ampliar los límites de nuestro análisis.
Por ejemplo, eliminar posibilidades al reciclado de productos, simplemente por el grado de limpieza que ellos tienen y condenar a ciertos plásticos a permanecer en el subsuelo lejos de la vista de la sociedad (en el mejor de los casos) tan sólo por no buscar productos que los puedan utilizar, así como no querer invertir en su limpieza o incluso diseñar estrategias para evitar que se ensucien, nos permite ver que la fronteras de la economía local resultan inadecuadas totalmente.
Si bien es cierto que la solución idónea no la tenemos, no se compara el entierro de la basura urbana en rellenos sanitarios a pesar de los daños que esto ocasiona, contra un enfoque que aunque no es perfecto, produce beneficios de otro índole cuando eliminamos barreras a nuestro pensamiento y nos permite obtener energía y materiales reciclados a partir de ellos. Pero hay que tener cuidado pues tampoco podemos supeditar ello a tendencias ambientalistas desinformadas sin haber hecho un análisis comparativo de las alternativas reales que son accesibles.
“Invertir y destinar recursos a la limpieza del aire, la conservación del agua y eliminar en la medida de lo posible la no utilización de las materias primas nuevas, favoreciendo su uso en múltiples ciclos a lo largo de su vida, es algo que debería ser preponderante para todos los seres humanos.”
Invertir y destinar recursos a la limpieza del aire, la conservación del agua y eliminar en la medida de lo posible la no utilización de las materias primas nuevas, favoreciendo su uso en múltiples ciclos a lo largo de su vida, es algo que debería ser preponderante para todos los seres humanos. No obstante, si las repercusiones negativas salen de nuestros límites de vida, si sobrepasa el límite de tiempo que se ha establecido como frontera de análisis, deja de importarnos como individuos o pensamos que ya corresponde a aquellos que sí se verán afectados directamente por ello el manejar las consecuencias, sin considerar que en muchos casos, los daños son irreversibles.
La frontera económica deberá en un momento dado también ser modificada si queremos realmente cumplir con el objetivo propuesto, dado que obviamente la solución no puede ser la idónea en todos los aspectos del análisis, pero habrá que aceptar que no podemos supeditar la vida y las mejoras que el planeta exige a los factores económicos que las soluciones tienen aparejadas, aunque esto en general no sea un regla en nuestro proceder acostumbrado.
Por lo tanto regresamos a nuestra tesis inicial de que no podemos aspirar a la perfección en cuanto a la selección del camino a seguir, pero sí que debemos establecer cuanto antes prioridades y métodos comunes de evaluación de los beneficios de largo plazo que nuestras acciones traerán si queremos montarnos en el camino de la mejora.
Dicho esto surge una pregunta en un segundo ámbito de decisión: ¿Quiénes serán los jueces encargados de este trabajo?
¿Quiénes son los mediadores del análisis?
Aparentemente la respuesta es que esta labor corresponde a los gobiernos, sin embargo sabemos que esto normalmente lleva mucho tiempo y no necesariamente es lo más atinado pues aunque en la estricta teoría debería garantizarnos velar por el interés público y evitar el sesgo en forma autoritaria de tomar decisiones, hemos visto cómo la llegada de un hombre al poder con ideas distintas genera un cambio en las políticas públicas interrumpiendo con ello esfuerzos que deben ser continuos y que requieren de estabilidad para la consecución de resultados.
Es por ello necesario la creación de un grupo evaluador que permita definir estos caminos de manera seria y con una visión general para poder utilizarlos como lineamientos para nuestro actuar e independizar estas decisiones de intereses parciales.
Finalmente, en una escala más pequeña y favoreciendo un enfoque sectorial que combinado con una visión objetiva del tema, es posible hacer un primer intento que sume a nivel sectorial (cámaras industriales o comerciales), en las que un grupo de expertos multisectorial, pueda aportar sus conocimientos para en base a ellos sumar en una solución específica para el sector. La integración de estos grupos, podría facilitar el enfoque global al ser incorporada de manera específica en el planteamiento completo.
Es tiempo de actuar de manera rápida si queremos heredar a nuestros hijos y futuras generaciones posibilidades mejores para su existencia en el planeta, evitando que este tiempo se nos vaya en un camino equivocado que después habrá que corregir.