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¿Qué es el greenwashing y cómo evitarlo?

5 tácticas para evitar el greenwashing

10 enero, 2023

/ 10 minutos de lectura

¿Qué es el greenwashing y cómo evitarlo? en texto, sobre la foto de un ícono de fábrica, pintándose de verde por una persona

Acerca del autor

Fotografía de Alejandra del Río, autora en el blog de GTA Ambiental

Jefa de Mercadotecnia

de GTA Ambiental

Tabla de Contenidos

Ya hemos hablado en otros artículos sobre la responsabilidad ambiental que tienen las empresas y cómo el comprometerse con el planeta puede mejorar no solo su reputación ante la sociedad sino también ser más atractiva para los inversionistas. No obstante, hay que ser cuidadosos al momento de difundir estas acciones para no caer en el “greenwashing”.

Hoy hablaremos sobre qué es el greenwashing y cómo identificar prácticas engañosas para evitarlas a toda costa en nuestras organizaciones y reconocerlas en nuestro día a día.

¿Qué es el greenwashing?

El greenwashing o “lavado de imagen verde” se refiere a las prácticas no éticas en las que las empresas aparentan ser más sustentables de lo que en realidad son. Es decir, buscan aprovechar el prestigio que otorga lo “ecológico” para engancharse a este concepto, a pesar de que no estén operando ecológicamente.

El greenwashing puede ir desde ocultar algún dato relevante, hasta tratar de engañar al consumidor mediante términos ambiguos. Cualquiera que sea su manifestación, es un engaño y debe ser evitado primeramente por ética y también porque distorsiona la percepción del consumidor para distinguir a las marcas que realmente se están esforzando por cuidar al planeta.

Hoy te voy compartir 5 prácticas de greenwashing que debes evitar en tu organización y cómo reconocerlas en tu día a día.

Diferencia entre reciclado y reciclable

Esta es una duda común entre los consumidores pues los términos suenan muy similares entre sí y las marcas pueden aprovechar esta confusión para que creas que son más sustentables de lo que son.

Así que aquí te va la diferencia:
Cuando hablamos de “material reciclado” quiere decir que el material con el que fue hecho cierto producto, es procedente de un proceso de reciclaje. Es decir, que en vez de usar materia prima virgen, usaron residuos que en vez de ser desechados, fueron reaprovechados mediante el reciclaje.

Cuando hablamos de material reciclable, simplemente estamos haciendo alusión a que el material en cuestión, tiene el potencial de ser reciclado. Es decir, que cuando su uso llegue a su fin, no necesariamente terminará en la basura, sino que es un material que podrás llevar a reciclar. ¡Pero ojo! Si tú no lo llevas a reciclar y le das el tratamiento adecuado, terminará siendo basura.

En resumen: que sea reciclable, habla de una posibilidad. Que sea reciclado, habla de un hecho.

Por eso es importante no confundir: porque una empresa puede proyectarse muy “verde” pero en realidad, usar material reciclable no necesariamente es el fruto de un esfuerzo de la empresa. Por ejemplo, una fábrica de libretas y cuadernos puede decir que sus productos son “100% reciclables”, lo cual es lógico y natural de su negocio, pues tanto el papel, el cartón y el espiral de sus cuadernos pueden reciclarse. Pero de ahí a que realmente sean debidamente reciclados, es un esfuerzo totalmente adicional que muchas veces recae solo en el consumidor.

Diferencia entre compostable y biodegradable

Similar a lo que sucede con los conceptos anteriores, suele confundirse lo compostable con lo biodegradable, o incluso podemos creer que son sinónimos.

Los materiales biodegradables de acuerdo con la Sociedad Estadounidense para Pruebas y Materiales (ASTM), son aquellos que se degradan como resultado de la acción de microorganismos naturales como bacterias, hongos y algas. Dentro de esta categoría no solo se encuentran las plantas, sino también objetos como papeles, cajas, bolsas y otros artículos que se hayan creado con la capacidad de descomponerse lentamente hasta que puedan consumirse a nivel microscópico.

Por otro lado, los materiales compostables son productos capaces de descomponerse en elementos naturales en un entorno de composta y, debido a que se descompone en sus elementos naturales, no causa daño al medio ambiente. Tampoco genera residuos visibles, distinguibles o tóxicos.

En conclusión, todo lo compostable es biodegradable, pero no todo lo biodegradable es compostable.

Es importante diferenciar, ya que si no se tienen las condiciones adecuadas para su degradación (como temperatura, exposición a ciertos microorganismos, si requiere condiciones industriales o domésticas, etc.), lo biodegradable puede tardar tanto en descomponerse como su versión regular. Por ejemplo, que un tenedor de plástico tradicional vs. uno de semilla de aguacate. Además, lo compostable al no dejar residuos tóxicos, aporta nutrientes a la composta y no la contamina.

Información ambigua

Como todo en esta vida, la información es poder, y en la sustentabilidad, no es la excepción.

Hay que ser sumamente críticos con las afirmaciones que veamos en las etiquetas y publicidad de los productos pues, si realmente es una marca sustentable, buscará ser transparente con el consumidor y explicar que sí y qué no está considerando en sus afirmaciones.

Por ejemplo, si algo dice ser “100% ecológico”, debes preguntarte el por qué. Y si no lo aclara, seguramente es greenwashing porque no está siendo claro cómo o por qué se está atribuyendo dicho adjetivo.

Y cuando se habla de mejoras, como “menos residuos”, se debe de especificar respecto a qué: ¿respecto al periodo anterior?, ¿respecto al promedio de la industria en México?, ¿en comparación a los residuos generados en Tailandia? Es decir, si se va a mencionar, debe justificarse.

Cuidado con lo natural

Lo mismo pasa cuando hablamos de productos “100% naturales”, ya que no todo lo natural es sustentable. El petróleo es natural, por ejemplo. Es un recurso que encuentras en la naturaleza, pero no por eso su uso es sostenible.

De hecho, ¿sabías que el término “natural” no está regulado? Esto quiere decir que cualquiera puede afirmar que su producto es natural, a pesar de que no especifique en qué medida, porcentaje o en comparación a qué.

Incongruencia en sus operaciones

Una empresa puede promocionarse como la más sustentable del mundo pero, como decimos en México, “del dicho al hecho, al mucho trecho”. O sea que aunque diga lo que diga, si no lo demuestra con acciones, su promoción no es cierta.

Un claro ejemplo de esto, sería si una marca de moda rápida, la cual tiene altos costos ambientales y sociales, se promociona como “ecológica” por usar energía solar en sus tiendas, pero en su proceso productivo, contamina de manera desmesurada.

Y si bien ninguna empresa será perfecta y hay que aplaudir los esfuerzos que se den en materia de sostenibilidad, tampoco hay que caer en la “ilusión verde”. Ahora, también es importante reconocer que si las empresas están haciendo un esfuerzo adicional para ser más sostenibles, éstos pueden reflejarse en el precio que ofrecen, cayendo en nosotros la decisión si los adquirimos o no.

Conclusión

Puede que las marcas no lo hagan con la intención deliberada de engañar, sino que caigan en el greenwashing por falta de conocimiento o claridad en los términos que manejan.

Por esta razón, como consumidores debemos ser sumamente cuidadosos con lo que adquirimos. Y como empresarios, debemos poner especial atención en todo lo que afirmemos respecto a sostenibilidad. Tanto por respeto al planeta, como por nuestros clientes. Recuerda que la confianza que ellos han depositado en ti después de un largo camino de sembrarla, puede derrumbarse fácilmente.

Afortunadamente, hoy llevamos en nuestro bolsillo un aparato resuelve-dudas: nuestro teléfono con acceso a internet. Así que si no estás seguro de algún término, consúltalo y sal de dudas para que no caigas en malas prácticas. Esto aunado a las legislaciones que nos ayuden a regular términos y evitar malos entendidos, es parte del proceso de crear empresas responsables.

Como dije anteriormente, no hay empresa perfecta. Sin embargo, el cortar con la información ambigua y poder reconocer las afirmaciones dudosas, es un paso muy importante hacia la sostenibilidad y seguir cuidando al planeta.

Referencias

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